domingo, 6 de marzo de 2011

Los actores de mi vida

Hoy acabo de despedirme por segunda vez de una gran amiga, y aunque el rol que hemos tenido en esta vida no nos pone oficialmente en el escenario de la amistad, en lo profundo verdaderamente estamos ahí. Nunca fuimos de compras o al teatro, jamás hablamos de un buen libro, ni fuimos juntas a un bar o de vacaciones.

Pero hemos compartido un número incontable de horas construyendo, juntas, algo que se llama aprender. Ella más como un reflejo de objetividad (si es que la objetividad existe), yo en el permiso de recurrir al desarme y la oscuridad para entender y avanzar.

Esta despedida temporal me hace pensar en los actores de mi vida, aquellas personas que sin ser "nada" mío, me han dado un lugar al cual ir sin ningún tipo de restricción. Ella ha puesto buena parte de las paredes de ese lugar, cómodo, seguro y libre.

Y justo cuando pienso en ese espacio que maravillosamente me recibe como soy, vienen a mi cabeza dos actores más, dos grandes amigos, que se han dado a la tarea casi sin darse cuenta (es más creo que aún no tienen ni la menor idea), de acompañarme en mis decisiones y en mis momentos, sólo por la simple idea de que creo que les caigo bien...jajajajajaja.

El primero estuvo ahí cuando caminaba a pedazos, mientras recogía mi brazo del piso, y se me caía un pie, él  caminaba junto a mi y reía de mi "desarme". Iba a mi casa cada fin de semana religiosamente, para que saliera a ver que la vida no era una horrible derrota. Cuidó de mi miedo, me abrazó en mi tristeza, incluso pulió parte de mis gustos musicales...qué poca...jajajaja. Me enseñó que la vida era simple.

El segundo, transformó mi manera de saber qué es lo que buscas y verdaderamente quieres al vivir. Me enseñó a reír mucho porque su sentido del humor es increíble. Confió en mí ciegamente, me dejó crecer, crear y me hizo sentir siempre segura. Su experiencia, paciencia y sencillez al decidir, son su gran ejemplo.
Grandes decisiones de mi vida personal y laboral se las debo a él, a esos momentos en los que con carcajadas y reflexiones me hizo darme cuenta de lo que realmente quería hacer.
Casi literalmente gracias a él sé volar, porque sin decirlo me dijo "ve y vuela". Definitivamente el sentir de las historias de Valle, tienen mucho en esencia de su amistad.

Separarme de estos tres actores de mi vida fueron decisiones difíciles, por lo menos la primera vez que los dejé ir, pero lo magnífico de todo es que siguen aquí, y gracias a ellos tengo ese lugar libre al que puedo ir en calidad de cualquier cosa.

Cuando los veo, cuando les llamo, cuando les escribo, cada uno me recibe en cualquier tipo de condición: en la tristeza, la alegría, el miedo, la euforia, el enojo, en la segmentación o la integralidad. Se quedan conmigo en ese lugar, me ayudan a compartir y luego me dejan ir otra vez a verdaderamente vivir.

Esta es mi manera de decirle a los tres MUCHAS GRACIAS, EN VERDAD, son grandes actores de mi vida.

MI CARIÑO PARA USTEDES, SIEMPRE!