miércoles, 5 de diciembre de 2012

De la A a la Z



Hoy recordé que hace casi 10 años inicié un camino de vida muy interesante. Después de tomar una serie de decisiones conforme a lo "correcto", a lo que "corresponde", me di un muy buen primer encontronazo con algo que se llama vivir.

Y a mis 23 fue como despertar de un profundo letargo, luego de haber actuado en automático para ciertas situaciones: estudiar, trabajar, tener una pareja, etc. 

A partir de ese año mi vida se transformó. Me di cuenta de que debía iniciar un proceso para intentar verdaderamente vivir...saber qué quieres, qué no, qué te gustaría hacer, qué no y todas esas cosas evidentes y simplistas en apariencia.

Solemos decir en cortas frases: "quiero ser exitoso", "quiero un gran trabajo con un gran sueldo", "quiero una pareja", "quiero casarme (o no)", "quiero una familia, quiero tener hijos", "quiero un perro y una casa" y ja! seguro que sí queremos todas o algunas de esas cosas u otras distintas...pero las respuestas me parece, siguen quedando en la superficie por ser lo que la mente y las palabras articulan en el modo sencillo.

Para conocer tus verdaderas respuestas a estas básicas preguntas, que parece fácil y ridículo responder, hay que viajar varias capas hacia dentro, buscar en los rincones de uno mismo. Debes pasar muy cerca de tu ego, del miedo, de lo que duele, del autoengaño y echar mano, una que otra ocasión, de la valentía para estar frente a frente contigo y sincerarte.

Si no lo haces, quizá te descubras en el ocaso de tu vida, sintiendo que diste rienda suelta al desperdicio de los años. Porque en realidad no hiciste "A", permaneciste años haciendo "B", estuviste con "C", no aprendiste "D", no dijiste "H" o aún peor, hiciste "J" sabiendo que en el fondo querías hacer "Z".

A una década de distancia, creo que - por lo menos de vez en vez-  he aprendido a descifrar los códigos de mi abecedario y cuando tengo confusión, recurro a la revisión exhaustiva de las letras.

Y aunque puedo dejar pasar, por distintos motivos, las letras que tanto busco,  lo que no me permito es descartarlas por el simple hecho de tener miedo. Ir hacia donde uno quiere, siempre demanda honestidad, valentía y complicidad con uno mismo.

Descubrir con aquellos 23 años que mi vida tiene un completo abecedario y tomar la decisión de las letras clave, me trajo hasta aquí...con los míos y lo mío en este presente.  Y de haber continuado  haciendo lo que "corresponde", seguiría en ese profundo letargo del cual muchos nunca despiertan.

Qué bien se siente vivir, aunque muchas veces duela...

PD.  Un beso FER! Elige tus letras clave aunque sea doloroso o asúmelas en la conciencia o déjalas pasar por cualquier motivo,  pero nunca por sentir miedo a vivir.