miércoles, 25 de mayo de 2011

Lección del desapego dice la vida



Lo mismo boto un zapato, un mueble, un documento, casi cualquier cosa sin temor alguno. Cuando algo físico concluyó su ciclo conmigo, no tengo ningún problema en hacerlo circular...abro espacio para que salga lo anterior y llegue lo nuevo. Me gusta el dinamismo, la independencia.

La cosa se complica cuando hablamos de otro tipo de situaciones.

Los últimos 14 meses he vivido una extraña necesidad de apego, de querer saber, ver y limitar con el único afán de sentir que todo resulta como lo planeas, que nada te pondrá en riesgo, que todo es cómo debe...gran error. Lo único que ha pasado es un alto desgaste, mucha tristeza y muchas emociones encontradas.

Aceptar eso hoy ha sido tremendamente difícil, me ha llevado mucho tiempo, porque dejarse derivar por el control para sentir una falsa seguridad es horrible. Pone tu energía, tu enfoque, tus ánimos en personas, situaciones y cosas, pero nunca en ti.

Generar apego es tan sencillo. Apego a tus creencias, a tus pensamientos negativos, a las personas y a cómo deben ser o reaccionar, o cómo deben  comportarse contigo, y la mala noticia es que al final,  el 90 por ciento de las veces terminas sintiéndote igual de vacío e insatisfecho.

Y es que el resultado no podría ser diferente a eso, porque lo que verdaderamente te complace es lo que tú haces, creas, deseas...no lo que los demás accionan. Suena simple y casi elemental, a prueba de idiotas, pero podemos descubrirnos una y otra vez en esta actitud en más ocasiones que las que podríamos imaginar.

Ridículamente entre más apego quería tener, más la vida me decía descaradamente: "deja, suelta, enfoca diferente, lo importante está en ti"...

Hoy es una llamada de atención la que me hace esta vida, me "invita" (no muy cordialmente) a soltar, obligándome...y no sólo en un tema, en varios aspectos al mismo tiempo. No tengo otra opción, no depende de mi, está en los otros y en sus caminos la separación inminente.

Pero también con ese desapego mandatorio me invita a ser libre, a viajar más profundo, a volar serena y a decidir mi camino, a ir tras lo que desea mi corazón, más decidida que nunca. Me obliga a ser más precisa al crear y saber que voy a ir por eso que cada vez se acerca más y más. Sé que vivir la experiencia depende de mi y de nadie más.

Este camino llegará, como ha llegado a una clara realidad cada pensamiento que he podido concretar en mi mente y en mi corazón.Como lo harán los deseos que  anhelo en lo más privado.

Lección del desapego dice la vida...y yo hoy voy a tomar la clase y ponerla en práctica.