viernes, 13 de agosto de 2010

Una manada que no llega

Uno de los conceptos que más me gustan para describir a quienes para ti son las personas más importantes en la vida, es "manada".

Me parece una palabra que encierra muy bien los conceptos que considero te hacen pertenecer a ese grupo que te marca, que te acompaña en este tren de la vida.

Para mi tu manada es aquella que primero te ama, está contigo y te acompaña, te conoce, te respeta y te aconseja o se enoja cuando algo no está bien. Tu manada te cuida, te protege, confía y aunque no esté de acuerdo con algunas cosas, te acepta.

Es aquella que cuando aúllas como los lobos, responde con un aullido igual, particular e inconfundible, aunque sea lejano.

Recientemente he pensado en mi manada, y me doy cuenta que es constante, que aun y cuando en distintos momentos de mi vida he sido distante, ha venido a mi cuando he estado en lo más hondo o cuando he querido soñar intensamente.

De un tiempo a la fecha, he querido hacer extensiva a mi manada, hacer parte a nuevos e importantes integrantes a este grupo de vida.

Los resultados no han sido tan certeros. Me doy cuenta de lo difícil que es hacer una manada extendida, aquella que se integra en el camino ya avanzado pero que sueña y vive contigo, que te cuida, que es cómplice y ...por más que he puesto alma, energía y corazón...sigo sentada esperando...

a la manada que no llega...

martes, 3 de agosto de 2010

Batallas perdidas

¿Cómo saber cuándo estás luchando una batalla perdida?

Cuando se tiene espíritu guerrero uno debe tener mucho cuidado al emprender el camino hacia las batallas. El sentido de lucha te lleva, las ganas de ganar la contienda, el deseo de que la guerra suceda rápida y contundente para después saber que se disfrutará del descanso y la paz.

Todo eso te hace armar el equipo, alistarte y salir corriendo para enfrentar a los peores enemigos, pero, caray, a veces hay que darse cuenta que por más que luches, por más deseos que tengas, por más municiones y armamento que tengas la batalla será un fracaso.

Y entonces cómo tener la sabiduría, la agudeza de sentimiento, la astucia para ver anticipadamente que vas a un encuentro perdido de antemano, que por más energía que le inviertas, la cosa está jodida.

Porque no hay bases, porque no hay claridad, porque no hay confianza.

Porque por más que te esfuerces, no sucederá.


domingo, 1 de agosto de 2010

Aniversario


Julio trajo para mi muchas cosas importantes y espero que con ello también haya traido el inicio de ese ciclo de experiencias gratísimas que me suceden siempre en la segunda parte de cada año.

Y es que cada inicio anual me arroja tajantemente todas las vivencias y aprendizajes fuertes para mi, siempre desde Enero y hasta Junio no veo más que lo duro que hay que "nadar" para llegar a la orilla después de una tormenta y otra.

Siempre me suceden las situaciones más fuertes que me pasan cada año, aunque éste empezó desde 2009 y estamos hoy recién iniciamos agosto y a penas siento que toco la playa.

Qué cansancio, cuánta energía tuve que invertir mes tras mes, aguantando respirar cada vez que una ola me golpeaba. Y ahora veo la playa desde otro lugar.

Hoy 1 de agosto celebro un aniversario importante y con él quiero que la alegría llegue a manos llenas, que la reconciliación con mi alma y mi cuerpo suceda en su máxima expresión.

Recuerdo esa primera comida en la mesa, con la sopa servida y llena de sueños y deseos, hoy tengo una sopa que cura ese cuerpo y esa alma en un nuevo espacio.

Quiero que mis ganas se concentren, que mi energía se enfoque, visualizando hacia donde quiero llegar. Ha llegado el momento de disparar esa energía y catapultarme a ese lugar en el que sé cómo estar a mi máxima capacidad.

Siento esa energía en mi otra vez y voy sin duda a aprovecharla.

El momento de ser y crecer, de crear y disfrutar está aquí.

Es mío.